El arte de cuidarnos: palabras y gestos que nos abrazan

Implicaciones del cuidado.

Como seres humanos que somos, es nuestra responsabilidad aprender el arte de cuidarnos, el arte de hablarnos con respeto y consideración, el arte de cuidar a los demás y ser cuidados.  Ese cuidado implica;

• La mente:  Es cuidar nuestros pensamientos y sentimientos y nuestras relaciones con los amigos, el trabajo la sociedad en general.  Ser conscientes de quienes somos, cuales son nuestros valores y creencias y de qué forma incluyen en nuestro actuar.

• Las emociones: Son todas las emociones y sentimientos por los que pasamos a diario, los que nos gusta, los que nos preocupa, los que nos fortalece y lo que no.
• El espíritu: que incluye nuestros valores, talentos, sentido de plenitud, de vida.
• Nuestro cuerpo:  Es el cuidado físico que incluye el ejercicio, la alimentación, el descanso
• Entorno:  Cuidar el medio ambiente tanto el que nos rodea, como la tierra en general, la atmosfera, el aire pues si cuidamos el espacio donde vivimos estamos cuidando de nosotros mismo.

Cuando se trabajan y se cuidan cada uno de estos elementos por separado de forma disciplinada y consciente, poniendo especial énfasis en aquello que nos produce incomodidad, podemos lograr un balance correcto. La falta de atención y cuidado de uno afecta a los demás.

 Este cuidado interno y externo y el recibir el cuidado de los demás hacia nosotros nos lleva a buscar que nuestra vida sea un arte, con todo y las imperfecciones que implica nuestra condición de humanos, es decir con nuestras virtudes, debilidades y defectos

Cuidarnos unos de otros son virtudes que debemos cultivar para ser buenos seres humanos, y forma parte de los principios fundamentales que debiéramos seguir cultivando en nuestra sociedad para reconocernos como conciudadanos que nos necesitamos unos de otros. La sociedad es cada vez más individualizada, libre e independiente y con menos compromisos familiares y tradicionales. Esa pérdida de vínculos se acentúa en los años finales de la vida, cuando nuestra autonomía empieza a disminuirse, a verse limitada siendo necesario buscar el cuidado de los demás. Tenemos la obligación de mantenernos en comunidad, no podemos vivir aislados porque siempre y en algún momento vamos a necesitar de los demás. Por eso es tan necesario cultivar el arte de cuidarse, cuidar y dejarse cuidar. En cualquiera de estas situaciones debemos afrontar en primer lugar con nosotros mismos y luego con los demás, momentos de   franqueza y honestidad, comprender nuestra vulnerabilidad, nuestros límites y la de aquellos que cuidamos.

En conclusión, para tener un óptimo bienestar tanto personal como familiar y social, el arte de cuidarnos debe ser una prioridad, una tarea permanente que cada día debemos repasar y pulir para mejorar nuestra calidad de vida y la de las personas de nuestro entorno.