La importancia de saber escuchar en la vida diaria y en el cuidado de personas vulnerables

                 

El saber escuchar es fundamental en el diario vivir para fortalecer relaciones, brindar apoyo efectivo, entender las necesidades de los que nos rodean y cumplir eficientemente con nuestras obligaciones bien sea en el trabajo o en el rol que desempeñemos en la familia y en la sociedad. Permite comprender mejor a los demás, resolver conflictos, generar confianza y fomentar un ambiente de colaboración y aprendizaje. 

No se trata únicamente de oír las palabras que el otro dice, sino también de prestar atención consciente al mensaje completo, sin distracciones ni interrupciones, interpretar las emociones y perspectivas, y responder de manera que la persona se sienta escuchada y comprendida. 

También implica ser empáticos, es decir ponerse en el lugar del otro para comprender su punto de vista y sentimientos. Demostrar que el mensaje que nos están enviando nos interesa, bien sea haciendo preguntas o comentarios que demuestren nuestra comprensión.

Sin embargo, muchas veces subestimamos el poder de una buena escucha, creyendo que hablar o dar consejos es lo más importante. En realidad, saber escuchar con empatía y atención puede marcar la diferencia en la vida de las personas, especialmente en contextos donde la vulnerabilidad y la dependencia están presentes.

¿Cuáles son las 3 A de una escucha activa?

Una escucha activa ayuda a tener conversaciones más profundas y significativas. Cuando realmente estamos prestando atención a lo que la otra persona dice, sin estar planificando la respuesta y sin interrumpir, desarrollamos habilidades de comunicación más efectivas.

Las 3 A de una escucha activa y que debemos tener en cuenta en nuestras conversaciones son:

. Actitud: Enfocarnos completamente en el hablante, prestando atención a sus palabras, tono de voz, lenguaje corporal y emociones evitando distracciones.

. Atención: Se refiere a la disposición mental y emocional con la que se aborda la conversación. Implica mostrar interés genuino por lo que dice el otro, evitando juicios o prejuicios, y mostrando empatía. 

. Ajuste. Se refiere a la capacidad de adaptar la respuesta y la comunicación al hablante y a la situación. Esto comprende parafrasear para confirmar la comprensión, hacer preguntas aclaratorias, o responder de manera que demuestre que se ha entendido el mensaje.

El papel de la escucha en el trabajo de cuidado.

Para quienes ejercen el rol de personas cuidadoras, acompañando a personas con alguna enfermedad, con discapacidad o con un grado de dependencia total, la escucha adquiere una relevancia aún mayor, ya que su labor trasciende la atención física para brindar también un valioso apoyo emocional.

Muchas veces, las personas que cuidan sienten que sus pacientes o seres queridos no pueden expresarse claramente o tienen dificultades para comunicar sus necesidades. Aquí, la escucha activa se vuelve una herramienta esencial para detectar signos de malestar, miedo o dolor que no siempre son evidentes a simple vista.

Beneficios de una buena escucha en el cuidado

  • Mejora la calidad de la atención: Al entender mejor las necesidades y preferencias de la persona cuidada, se pueden adaptar los cuidados y ofrecer una atención más humanizada y efectiva.
  • Reduce el estrés y la ansiedad: La sensación de ser escuchado y comprendido ayuda a disminuir sentimientos de soledad, frustración o miedo en las personas al cuidado.
  • Fomenta la empatía y la paciencia: La escucha activa requiere paciencia y empatía, cualidades que fortalecen la relación entre cuidador y cuidado, creando un ambiente de respeto mutuo.
  • Facilita la detección de cambios o complicaciones: Muchas veces, los cambios en el estado emocional o físico de una persona pueden ser sutiles. La atención a sus palabras y expresiones ayuda a identificar problemas a tiempo y actuar en consecuencia.

Desafíos y recomendaciones

Escuchar no siempre es fácil. En un entorno de trabajo exigente con múltiples tareas y estrés como es el cuidar de otra persona, puede ser tentador centrarse solo en lo técnico o en las tareas inmediatas. Sin embargo, dedicar unos minutos a escuchar con atención puede marcar una gran diferencia.

Para mejorar esta habilidad en nuestra relación con la persona al cuidado, te dejamos las siguientes recomendaciones:

  • Prestar atención plena: Evitar distracciones y concentrarse en la persona que habla.
  • Mostrar interés y empatía: Utilizar gestos, contacto visual y expresiones que demuestren que se está presente.
  • No interrumpir: Permitir que la otra persona exprese sus pensamientos sin cortes.
  • Hacer preguntas abiertas: Para entender mejor sus sentimientos y necesidades.
  • Sonreír: los gestos y la postura indicarán que atendemos de verdad.
  • Reflejar y validar: Repetir o resumir lo que se ha entendido para confirmar que se ha captado el mensaje correctamente

Conclusión

Saber escuchar es una habilidad poderosa que enriquece nuestras relaciones diarias y, en particular, en el trabajo de cuidado, donde la empatía y la comprensión son esenciales. Al dedicar tiempo y atención a escuchar a quienes dependen de nosotros, no solo mejoramos su bienestar físico y emocional, sino que también fortalecemos la confianza y el respeto mutuo. En un mundo donde a menudo estamos apurados y distraídos, recordar la importancia de escuchar puede transformar vidas, creando un entorno más humano, solidario y compasivo.

Bibliografía.

. Asana:  Escucha activa

. BID: Enfoque y atención Que es la escucha activa y como mejorarla.

. Fundación Integra lía DKV. Escucha activa en el trabajo.

. Nutricional coaching institute. La importancia de escuchar en la atención al paciente.

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